A unas semanas de que se me acabe el año, viene esta nostalgia a decirme que sigue viva. Está bien, aún no sé si a estas alturas debería sentirme más vieja o más cansada. O si debería sentar cabeza, ajustarme, por fin, la cordura y serenarme para dejar que la paz me rodee.
[Entre las olas que gobiernan mis adentros,
hago el recuento de cada libro
de cada viaje
de los desencuentros]
1 comentario:
Creo que eso es suficiente, desde que haya páginas para escribir en el libro de los desencuentros.
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