viernes, 30 de diciembre de 2016

Punto de partida

No todo es tan sencillo,
también está el recuerdo de algo
por ejemplo
antes te sabía cierto
ahora te desmoronas en pedazos de ideas
situaciones que no cierran en mi cabeza
partes de tu cuerpo que no reconozco
te siento tan lejano ya
que estoy segura
te daría pereza regresar

viernes, 9 de diciembre de 2016

Contacto de legado

Primero fueron tus manos,
luego los sueños que tejieron.
también las historias
y los poemas
y los lugares de la ciudad que fuimos encontrando juntos.

Atravesamos por cariños a oscuras,
sonrisas en silencio
Fuimos otros para terminar guerras
y posibles contactos cuando la muerte nos llamara

¿Dónde nos olvidamos hasta no reconocernos?

Al final, quedaron las cenizas de los sueños a los que les prendimos fuego.
Velas apagadas
Muebles rasgados por los gatos
Comida echada a perder

Al final
¿Quién de nosotros reconocerá lo que está ya perdido?

lunes, 21 de noviembre de 2016

Hablar en internet

Hace unos días, me presentaron frente a un director editorial chileno como youtuber. Él, inmediatamente me miró y me dijo: “Los odio a todos ustedes”. La chica que me había presentado, apenada por la respuesta del hombre, trató de explicar que yo me dedicaba a los libros y él, respondió: no importa, todos son iguales. Sinceramente, no veía la necesidad de explicar mi relación con los libros o mis “credenciales” que me “permiten” hablar de ellos. Entendí su respuesta, que después prosiguió de una cátedra de lo que “realmente es la literatura” y yo escuché atenta como suelo hacer cuando me ven cara de no saber ni dos pelos de los temas relacionados con libros.

Claro, claro

Asiento, sonrío y me lo trago eh, porque qué le tengo yo que andar explicando que el tema “qué es la literatura” es un tema que me ha apasionado desde que inicié mi carrera en Letras y que aún no logro definir. Sin embargo, que un hombre me explique de lo que realmente se tratan los libros no es la primera vez que pasa. No me meteré en temas de género esta vez pero ustedes adivinen qué es lo que pienso.

Esta situación que me pareció muy irónica y graciosa, me dejó reflexionando largo rato sobre cómo por primera vez, en directo, me dicen que me odian por lo que hago en internet. Digo por primera vez porque, mientras otros les gusta lo que hago y se divierten conmigo, el gremio literario y gente relacionada profesionalmente con las letras es otro rollo. Se burlan, escarcean, comentan pero nunca he visto que lo hagan directamente, sólo son comentarios hechos al aire, a las redes sociales, para que su cámara de eco les diga, sí sí, tanta razón, pobre literatura.

Neta

No me malinterpreten. Creo necesaria la crítica en todo lugar, en toda actividad y en general en todo momento. Sin embargo, cuando la crítica es unilateral es complicado que llegue a quienes debe llegar o que permita una mejora.

Haciendo un recuento de los comentarios similares relacionados con el contenido que se comparte en internet, que incluyen memes, artículos, textos y videos, veo un gran hoyo que se incrementa generacionalmente. Sé que retomar el argumento de la brecha generacional es un lugar común pero no puedo evitar recordar comentarios siempre relacionados con nuestra actitud millenial y desinteresada. El temor frente a la tecnología, la inmediatez y toda la cultura pop que ha creado nuestra generación se incrementa. Ven en Black Mirror una señal de alerta frente a la tecnología pero no se dan cuenta que la alerta no es por la tecnología es por el ser humano en sí. Lo viciado de la humanidad no tiene que ver con tecnología, va más atrás.

Decía Umberto Eco que:

Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas
No me digan que no conocen este meme, por favor.


Esta cita, que ya es la vieja confiable de muchos intelectuales para asumir que cualquier pendejo tiene voz y voto, me parece también impositiva. ¿Realmente unos tenemos más derecho a hablar que otros? Porque yo preferiría que se callaran muchos premios nobeles y dejaran hablar a mi abuela.  Por eso me gusta tanto Gayatri Spivak quien reflexiona sobre la imposibilidad de hablar de los subalternos, aquellas personas que siempre están lejos de ser escuchadas mientras los grandes intelectuales toman el micrófono quejándose de la idiotez de las masas.  

Las redes sociales, sí, le han dado voz a la ignorancia. Vemos aquí y allá misoginia, racismo, homofobia y otros miles de problemas sociales que no logramos eliminar. Sin embargo, esa voz ya existía en los miles de medios de comunicación tradicional que continúan, aún con la democratización del internet, perpetuando chistes y comportamientos que demeritan mi fe en la humanidad. Los videos, memes y demás productos propios del internet que perpetúan una ideología no vienen solamente de las nuevas generacionales pobrecitamente viciadas, la comunicación de masas ya existía antes. Perdónenme, pero ustedes nos han dejado esta mierda. Lo que pasó, como dice John Thompson* es que las instituciones buscaron nuevas formas de explotar y reproducir las formas simbólicas que siempre hemos conocido. En el libro Ideología y cultura moderna, Thompson hace un análisis muy interesante sobre la cultura de masas y cómo ésta ha dado paso libre a la vinculación de la gente con símbolos propios de las instituciones, y creo que aquí es donde recae el problema de los profesionales de las letras con los booktubers y en general con cualquiera que se anime a hacer contenido relacionado con libros de forma masiva: LOS LIBROS SE VUELVEN PRODUCTOS DE LAS MASAS. Manosear los libros, que sean de dominio público, que se compartan, se comenten -mal o bien- que se hable de ellos como algo súper normal, da miedo, lo sé. (Me leí Fahrenheit 451).

En una conversación que tuve recientemente con dos queridas amigas, hablábamos de la forma en que algunos de nuestros conocidos se fueron posicionando como voz importante dentro del gremio literario y por lo mismo, esa posición les brinda la facilidad para hablar y decir y que todos los demás asintamos con la cabeza. Lo curioso es que hace años veíamos cómo se les dificultaba entrar, decir y hacer; y ahora, con esta posición, ellos pueden juzgar todo lo nuevo que se está haciendo con la literatura. Es como si los papeles se hubieses cambiado y hubieran olvidado que ellos también fueron juzgados fuertemente por sus “innovaciones ridículas”. A la conclusión que llegamos es que si en algún momento nos sucede y nos volvemos estas prepotentes figuras intelectuales, nos avisaríamos, y en caso de no querer darnos cuenta, nos íbamos a asesinar a la verga. #Porquenoseñor. 

De verdad


domingo, 16 de octubre de 2016

Contradicciones Vol. 28

Cada año descubro más contradicciones en mí. Hay días en que prendo la luz y no sé por qué lo hice, luego la apago porque me hace feliz y después pienso que eso no es lo que quería. Me gustan incontrolablemente esos zapatos azules y luego parecen ridículos y extraños. ¿Por qué los compraste, Alejandra? Hay días en que la ciudad me parece tan grande y yo soy tan minúscula. Me pierdo, lloro y me siento ajena. Entonces llega ese otro momento donde todo parece acomodarse, salir de sus oscuridades y agradezco los pequeños lugares que me hacen grande. Veo los coches, los árboles, la lluvia de las 6 de la tarde y soy en plenitud. Y sí, cada año me descubro más contradicciones, más cambios, un día amo todo y otro día amo nada. Pero ¿qué no es una persona un lugar de contradicciones? De cambios, de nuevas ideas y nuevos comienzos. Decía Heráclito que todo fluye, nada permanece. Más tarde Engels lo recordaría al decir que todo se halla sujeto a un proceso constante de transformación, de incesante nacimiento y caducidad. Somos caducos antes de la muerte y nos renovamos varias veces antes de morir. No me sorprende entonces verme equivocada varias veces, leer mi pasado y aprender de él. Ser diferente a hace dos años y saber que así será en un futuro. Aceptar mi contrariedad es también una forma de aprender, al menos sé que soy un cúmulo de experiencias y personas, algunas se quedan, otras se van, otras me enseñan y otras me rompen. Y aquí estoy, como el río pero también como la piedra. 

viernes, 30 de septiembre de 2016

Recordar es volver a vivir

Es mentira.

Recordar te desata las agujetas.
Te sanciona con tarjeta roja
Te distrae de lo importante.
Y le quita los frenos a tu bicicleta. 

Recordar te despoja de lo que ya tienes
Y te hunde en el mar del fracaso que creaste.

Es mentira.

Recordar no es estar vivo si tú ya estás muerto. 

viernes, 22 de julio de 2016

But if your life is such a big fucking joke why should I care?

En situaciones pasadas, te hubiera dicho que sí. Que nos viéramos y recordáramos que antes éramos dos y que la vida tenía sentido y razón y que nos sobra mucho tiempo. 

Pero admítelo, ya somos adultos y no estoy para tus pendejadas. 

miércoles, 27 de abril de 2016

Días así

Hay días que no me reconozco.
No reconozco mi cuerpo, ni dónde está o para dónde se dirige.
Hay días que me desconocen también.
Desconocen  las oportunidades. Lo que hago con ellas.
Hay días que no duermo porque me siento aislada de la noche.
De las horas, de mis manos, de mi cuerpo.

Hay días así.

jueves, 3 de marzo de 2016

Ghostbusters y las viajeras solas

Esta mañana me levanté particularmente reflexiva, pero seré sincera, mi reflexión se detonó luego de que cerca de Tacubaya un tipo se me acercó para decirme casi al oído: mamacita. En otras circunstancias me hubiera quedado callada, pero desde hace dos meses aproximadamente tomé la decisión de contestarles porque ya me tienen hasta la madre. Anyway, le respondí y hasta el señor se sacó de onda, esperaba que yo siguiera mi camino sin decirle que era un puerco y que su mamá nada más una y que fuera a decirle con el mismo tono cochino eso a ella. 

A todo esto, me subí a la camioneta que me lleva a la oficina y vi el trailer de Ghostbusters, me sorprendió -bueno, la verdad no- que la mayoría de las críticas eran porque eran morras. O sea, podría hacerse una crítica si notaste en el trailer (lo que me parece imposible) una comedia mal hecha, los efectos especiales del nabo, la carencia de actuación, un guión mal hecho... pero no, todos se iban a que iba a ser bien chafa porque el elenco principal siempre fue de varones. ¡La van a arruinar! ¡Dejen que los hombres lo hagan bien! Dude, no dejes que el hecho de actúan mujeres te haga pensar que será horrible, maldito misógino. 
😛 
¡No se crean, es broma! (Al parecer el "es broma" funciona mucho en internet, ayuda a solventar que no has dejado de ser machista, intolerante, homofóbico, pero no te preocupes, si dices que es broma no pasa nada).

Entonces, da igual que sean morras, tienes el otro 80% de películas de Hollywood que no pasan el test Bechdel, por una película no va a pasar nada. Lo prometo.

Me estoy yendo por otro lado, o tal vez no, estos puntos me llevan a lo mismo: quería platicarles sobre el hecho de vivir sola en el DF y esta idea de que al parecer siempre tengo que ser más cuidadosa, no por ser persona (porque a todo mundo lo asaltan, lo matan) sino porque en este país, como en muchos, como en América Latina, el puto mundo y así es más peligroso -aún- ser mujer y andar solita. 

O sea, ya que yo soy la que me debo cuidar porque si me pasa algo será mi culpa, pues he aprendido karate, uso armas punzocortantes, me sé de memoria los celulares de cualquier contacto, no uso ropa apretada y trato de parecer varón pecho peludo que se respeta, no voy a bares porque está oscuro, no tengo amigos hombres porque luego malinterpretan y se enojan y dicen que los dejo en la friendzone, no corro, no grito, no empujo, bajo la cabeza, no me maquillo, no leo, no muestro las bubis (las pego con cinta para disimularlas porque luego dicen que las quiero enseñar y dios nos libre de que se noten). También le he hecho tests a mi novio para anticipar si es un psicópata y en un futuro quiera matarme, qué tal que me embarazo y se enoja.

En fin, la idea es que sea yo la que aprenda a no ser violada, no vaya a ser que me pase como las argentinas y por andar queriendo viajar por el mundo, termine en una bolsa para la basura. Porque claro, andan solas -aunque eran dos- y así nos sentimos todas nosotras en este mundo. Solas. Y quizás sea porque todavía hay quienes se niegan a leernos y escucharnos.

De las imágenes que pueblan sus sueños

Acérquese a la naturaleza e intente decir,  cual si fuese el primer hombre,  lo que ve y siente y ama y pierde.  No escriba versos de amor....