lunes, 18 de junio de 2018

En el tren de camas pequeñas

Aunque te vayas lejos: eres de quien recuerdas en este tren.

eres una historia contada en secreto
de quien te pidió corrieras a su casa
en la mitad de la noche
para verla llorar,
nada más llorar
y le leíste mentiras
y cuentos sobre el amor
-sobre personas que olvidan el amor-
y lo sabías, sabías que no es cierto:
que nadie olvida el amor,
porque el cabrón sólo se mantiene estático
hasta que vuelve a explotar
hasta que revive.

Eres muchos poemas que leíste a escondidas
en tu cama porque hablaban de tocar y tocarte.
Y pensaste en ellos y en ti
y en todo lo que no sabías de tu cuerpo.
Estabas haciendo algo malo
pero siempre fue bueno.
El amor de quererte a ti misma,
el amor que te encontraba

Eres todas las malas citas de autores mejores que ellas,
las que memorizaste
y dijiste frente a la potencialidad del amor
cuando quisiste huir con él a cuartos oscuros
y ventanas abiertas
besarle, leerle cuentos
y mientras tú contabas Misisippis en sus abrazos
él pensaba cómo huir
cómo decirte que no
Eres también la tristeza de aceptar que no eres de él
porque él nunca será de nadie.

Cuando te vas y estás lejos
eres de los aromas de la comida está lista
del té negro con galletas
y de un caracolito lento que te mira paciente las equivocaciones.

Eres de las margaritas y los caracolitos
y los sueños que iniciaron juntas.
Eres el césped que recorren,
los miedos a taxis oscuros
y los dibujos que significan familia.

Eres el tatuaje de un tren que no se detiene.
marcado en tu piel con paisajes grises
que te recuerda que quizás no estás sola
ahora no, quizás mañana

Eres la que a veces se va muy lejos
pero estás quizás más cerca.
Eres la que miran las estatuas
mientras tú miras el reloj
y piensas en margaritas
dibujos
gatos
caracolitos
hogueras
un mensaje mal respondido
un corazón roto
una soledad que todo te abarca y a la que le tienes miedo.

Eres todo
cuando te vas
y cuando estás lejos.


viernes, 1 de junio de 2018

Juan Escutia

Con mucho miedo la gente emprende caminos.
Con mucho miedo yo emprendo viajes
Con mucho miedo ella cruza su calle
Con mucho miedo alguien toma un libro
Con mucho miedo él decide que va a besarla
Con mucho miedo yo recorro con mis dedos tus labios y planeo la conquista.

Bueno
no
mucho miedo no
quizás un poco
quizás
más
bien
el miedo se convierte en arma
en incertidumbre
en una posibilidad de que todo salga bien
pero también
todo muy mal

El miedo es ese animalito grosero que te molesta por las noches y para que no se te pare debes mantenerte en movimiento.

O matarlo
matar al animalito grosero
decirle: aquí se acabó tu pendeja.

De las imágenes que pueblan sus sueños

Acérquese a la naturaleza e intente decir,  cual si fuese el primer hombre,  lo que ve y siente y ama y pierde.  No escriba versos de amor....