el que navegaba con temblores
y visitaba por las noches.
Nadie fijará su corazón en tu almohada,
hablándole bajito
Durmiéndolo a tu lado.
Nadie te amará como yo lo hice,
Lo dicen los astros,
el Tarot de las olas.
Nadie tendrá la fuerza para apagar la llama de tus dudas,
Nadie será el soporte,
o las alas,
o los manos que moverán el mundo que alguna vez creíste cierto.
Nadie gritará tu nombre en medio de la locura cotidiana,
como sí fuera el único,
el último que sigue vivo,
el nombre que todo lo abarca.
Nadie te escribirá poemas,
y esto es lo importante.
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